Cuando la fe no se va de vacaciones
La parroquia de la Inmaculada organiza un multitudinario campamento estival.
La parroquia de la Inmaculada organiza un multitudinario campamento estival.
Unas ciento veinte personas participaron en la edición más multitudinaria de los campamentos estivales organizados por la parroquia de la Inmaculada, que se celebró en El Rocío. La cita de este año tuvo cierto sabor a despedida, ya que el párroco dejará, en breve, la comunidad.
Cuando la fe se va de vacaciones lo hace con alegría y para incrementar la convivencia mediante mensajes profundos que invitan a reflexionar, tal y como ocurrió en las vidas de los más de cien parroquianos que cambiaron, hasta hace unos días, sus viviendas mengibareñas por la casa de Castillo de Locubín de la aldea rociera. El lema que inspiró las jornadas de este verano fue “Del cronos al kairos”, es decir, del espacio metrado al tiempo de sabiduría, cuyo espíritu envolvió todas y cada una de las actividades tanto de oración conjunta como de ocio y diversión.
Los miembros de La Inmaculada acudieron una de las jornadas a la playa de Mazagón (Huelva), donde, incluso, pasaron la noche y participaron en una bella misa con el mar de fondo. También hubo momentos de puesta en común con asambleas y, además, dos mensajerías entre los asistentes, uno literaria y otro con los “amigos invisibles”, actividad en la que jugó todo el mundo. Pequeños, mayores y monitores estuvieron capitaneados por el sacerdote José Antonio Sánchez Ortiz, que el próximo 1 de septiembre oficiará su última eucaristía como párroco en la comunidad eclesial más joven de la ciudad. Y como es un sacerdote muy querido por los fieles, los asistentes “estrujaron” al máximo al religioso en unos días inolvidables.
Cuando la fe se va de vacaciones lo hace con alegría y para incrementar la convivencia mediante mensajes profundos que invitan a reflexionar, tal y como ocurrió en las vidas de los más de cien parroquianos que cambiaron, hasta hace unos días, sus viviendas mengibareñas por la casa de Castillo de Locubín de la aldea rociera. El lema que inspiró las jornadas de este verano fue “Del cronos al kairos”, es decir, del espacio metrado al tiempo de sabiduría, cuyo espíritu envolvió todas y cada una de las actividades tanto de oración conjunta como de ocio y diversión.
Los miembros de La Inmaculada acudieron una de las jornadas a la playa de Mazagón (Huelva), donde, incluso, pasaron la noche y participaron en una bella misa con el mar de fondo. También hubo momentos de puesta en común con asambleas y, además, dos mensajerías entre los asistentes, uno literaria y otro con los “amigos invisibles”, actividad en la que jugó todo el mundo. Pequeños, mayores y monitores estuvieron capitaneados por el sacerdote José Antonio Sánchez Ortiz, que el próximo 1 de septiembre oficiará su última eucaristía como párroco en la comunidad eclesial más joven de la ciudad. Y como es un sacerdote muy querido por los fieles, los asistentes “estrujaron” al máximo al religioso en unos días inolvidables.
Jesús Vicioso Hoyo ("Diario Jaén")