Con tal motivo, D. Miguel A. nos habla de su experiencia durante estos años
Además esta tarde a las 19 h se celebrará una Misa de Acción de Gracias por dicho aniversario.
Mi primer gran amor fue la comunidad de Badajoz donde compartí con tanta gente sencilla pero tan buena, ese grupo Emaus y esos campamentos, tanta gente buena. Gracias.
De ahí a la comunidad De Diego de Leon en Madrid y de Leioa en Bilbao, mientras estudiaba misionologia, cuantas cosas compartidas y cuánta ilusión. Después Uruguay el mejor y mas precioso regalo que Dios me pudo dar, La Parroquia de Libertad y tanto trabajo con jóvenes, ahí encontré otra familia con la que poder vivir la lejanía de los míos y empezaron a ser tan míos que nunca podré quitarme la sensación de tener otro hermano que Dios puso en mi vida. He aprendido tanto del trabajo con los jóvenes uruguayos.
Aunque también soy consciente de que probablemente fue al final de esa etapa donde verdaderamente tuve que decidir dejarlo todo, hasta lo más hermoso, por ser fiel al Hermoso Amor De Dios y su llamada. Ya de vuelta a la Diócesis he vivido tantos amores... San Eufrasio en Jaen, Higuera de Calatrava y el cariño de su gente, Santiago de Calatrava y la alegría del servicio en la misión; Lahiguera donde soy un hijo más del pueblo, Fuerte del Rey y la alegría del reto continuo, Arjona: el único pueblo que nunca me recibió y nunca me despidió, pero donde he encontrado a los mejores amigos del mundo; Andujar y su gente alegre y servidora; mi querido pueblo de Villanueva de la Reina donde he pasado los siete años más felices de mi ministerio; Espeluy y Estacion de Espeluy donde sigo siendo un espeluseño mas, como si no me hubiera ido de párroco jamás; Cazalilla donde he encontrado gente genial; mi querida La Quinteria y la cercanía a mi gente maravillosa; y ahora el regalo de esta Parroquia La Inmaculada de Mengibar que es un reto nuevo pero donde me siento en familia y quiero profundizar cada vez más. Todo ello
Con la alegría de compartir con mis hermanos Oblatos de María Inmaculada, con los matrimonios , sacerdotes y consagrados de Encuentro Matrimonial, una auténtica familia que me hace muy feliz, de cursillos de cristiandad en Uruguay que tanto me ayudo. No se puede ser más feliz y todo ello vivido con la mejor familia del mundo, con una madre que aunque el Alzheimer la pueda estar haciendo caminar poco a poco hacia el otro Iado pero siendo la más dulce de todas las mujeres, mis hermanas luchadoras y siempre dispuestas a quererme y protegerme, mi sobrino que es un regalo del cielo. He de recordar a mi Padre y mi cuñado que desde el cielo están muy presentes. Termino agradeciendo a Dios por esos hermanos que me ha ido poniendo en mi camino: Eugenio, Alberto, Jorge Pablo, los Tanis, los Minaya, mis Manolo y Adelina y tantos y tantos de vosotros a lis que os quiero de corazón. Agradecido por estos 20 años de ministerio. Si mañana mismo Tuviera que irme solo podría decir a Dios gracias por tanto amor y si aún me permite estar más tiempo sirviéndole solo puedo pedirle que me haga cada día más fiel a El y a vosotros. Gracias a todos de corazón, y si queréis compartimos un rato esta tarde en la Misa a las 7,00 en La Inmaculada de Mengibar".